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FERRAN GIMÉNEZ

Obra paraláctica



Ferran Giménez ha escogido un título complejo, pero acertado, para nombrar la exposición que actualmente está realizando en la Escola Massana de Barcelona: PARAL·LAXI. Como le debe suceder al lector de esta crónica, cuando leí la palabra, empecé a hacer todo tipo de especulaciones interpretativas. Algunas equivocadas, otras iban por buen camino. Sabiendo de su afección a la geometría empecé a pensar en el paralex de ingenieros y arquitectos, esa herramienta que utilizaban antes de la revolución digital y que sirve para trazar líneas paralelas horizontales, apoyando en él la escuadra o el cartabón o para trazar líneas paralelas verticales con múltiples grados de inclinación. También pensé en la preocupación que los fotógrafos tienen por el paralaje cuando retratan edificios o los límites de un paisaje, buscando otras referencias incluso fui a parar a la astronomía y encontré que es un ángulo formado por dos rectas que se unen en el centro de un astro, una con un punto de la superficie de la tierra y el otro con un punto cualquiera, etc, etc, algo así como dos puntos de esas líneas paralelas que se juntan en el infinito.


Esta primera incursión en el nombre nos indica varias cosas: la primera, la del interés de este artista por la ciencia a través del rigor geométrico, las leyes ópticas e incluso la astronomía. Ante esto, uno que es de letras, lo único que puede hacer es ir a lo suyo y deducir que en esas definiciones sobre lo paraláctico lo que domina es un doble punto de vista sobre las cosas y el deseo de una unión en el infinito, pero sobre todo, lo que me gusta es la raíz griega de la palabra paral·laxi que quiere decir literalmente: cambio.


Ferran Giménez inicia un cambio radical en su vida y tras un paréntesis profesional que le llevó a dejar los pinceles por lo impreso, ahora, recupera su origen y vuelve a pintar. Bueno, pintar no es la palabra más adecuada para unas obras fotográficas, pero el trasfondo de su trabajo continúa siendo el mismo que cuando utilizaba los pinceles, es decir: preocupación por los espacios estructurales de la superficie, colores extraordinariamente escogidos de gamas austeras, relevancia de los detalles, líneas perpendiculares, redes y mallas.


Su mirada fotográfica la imprime digitalmente y la enmarca sobre bastidores gruesos, unas impresiones de gran detalle ante las que el espectador duda “paralaxicamente” si se encuentra ante una fotografía o no. La sensación ambigua despierta en el espectador recelos que quiere contestar rápidamente, y puede pensar que hay manipulación digital, pero no, aquí no hay más que fotografía. Paral·laxi sirve tanto para definir su sistema de trabajo como para el tema escogido que, a mi modo de ver, no es otro que el cambio.


El cambio, el desplazamiento continuo que se encuentra en la raiz de la palabra griega no lo constató solo en su recorrido personal, sino también en los sujetos inmóviles que Ferran Giménez ha escogido para sus fotografías. Como un reportero bélico, este artista busca, entra, a veces con peligro de su integridad física en arquitecturas derruidas, edificios, solares próximos a su estudio en Sants. Su fotografía se nutre de los cambios incesantes, de la destrucción que aniquila su barrio y con él, parte de su biografía y de sus recuerdos.



Jesús Martínez Clarà

Marzo, 2009


Escrito para la exposición en la Sala Busquets, de la Escola Massana, Ferran Giménez “Paral·laxi”.

Texto publicado en la Revista Avatar no 11, Barcelona.